































50 piedras con 50 bocas transferidas en “La playa del silencio”. Cada una con una frase escrita con grafito. El sonido de las piedras moviéndose y tocándose unas con otras fue grabado para posteriormente ser mezclado con frases habladas del libro de Christian Bobin “Autorretrato con radiador” iguales a las escritas en cada piedra.